El primer crucero que partiría desde Buenos Aires exclusivamente dirigido a pasajeros de la comunidad gay, debió zarpar el pasado lunes en una travesía para todo tipo de público, luego de que los organizadores no consiguieron suficientes clientes LGBT para el viaje temático.
José María Jaroslavsky, director de Thesys, el operador de viajes que participó en la organización del crucero, precisó que sólo pudieron vender 100 de las 2.000 plazas con que cuenta el barco MSC Opera.
Según la BBC, el fracasado proyecto ha costado 1,2 millones de dólares de pérdidas a la empresa, que sin embargo aseguró que no desistirá en sus planes de un crucero exclusivamente para gays y lesbianas.
La iniciativa fue lanzada en febrero último, siete meses después de que Argentina se convirtiera en el segundo país americano (después de Canadá) en aprobar una ley que legaliza los matrimonios homosexuales.
De hecho, por Buenos Aires, situada entre los 20 destinos gay-friendly más importantes del mundo por la IGLTA (International Gay and Lesbian Travel Association), han pasado ya varios barcos que realizaban cruceros internacionales exclusivos para viajeros LGBT.
Al comentar las posibles razones para el fracaso, Jaroslavsky dijo que "muchos argentinos no se animan a embarcar en un crucero gay en el puerto de Buenos Aires, pero sí lo harían en un puerto extranjero", debido a que aun hay en Argentina prejuicios respecto a la identidad sexual. También consideró que pudo haber fallas en la promoción y el mercadeo del evento.
La mayoría de los 100 pasajeros que se habían anotado para el crucero gay eran de Brasil, Chile y Colombia y sólo unos pocos eran argentinos, precisó.
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